La comunicación imposible

Intentos y otros

13 marzo, 2007

Perú: jóvenes y poesía de hoy (pequeña muestra recreativa). Roberto Zariquiey

Qué decimos cuando hablamos de poesía peruana: decimos muchas cosas, tantas que nos confundimos.
La peruanidad es un engendro policromático y peludo; por ello su poesía guarda consustancialmente su mismo destino: la incertidumbre. Frente a esta heterogénea identidad cultural, los jóvenes poetas de hoy huyen, abandonando toda generalidad, para guarecerse en los agentes trascendentes de su propia experiencia: familia, amigos y "el uno mismo". Así buscan una vivencia propia e irrepetible.
De esta manera defienden una "poética de la evasión", donde el desengaño, el aislamiento y el escepticismo son armas de defensa ante un exterior hostil e indiferente por naturaleza.
Pero a pesar de expresar este conflicto como sumo e insondable, mantienen una condición eterna de transición, sin acoger teorías y emblemas comunes, pues nadie quiere tomar como estandarte ningún sentimiento; incluso muchos renegarían del espíritu de evasión. En pocas palabras se sigue huyendo, evitando los lazos de proximidad y generalidad.
La evasión, no viene con reclamo ni revolución. Llega con asentimiento e indolencia, con grito contenido y, muchas otras veces, con intensa poesía.
En salud del cuerpo (informe pero vigoroso) de nuestra poesía última, realizo esta humilde muestra de las manifestaciones poéticas novísimas. Prometo incrementar la muestra con nuevas lecturas, aunque caiga en una que otra omisión (in)voluntaria.
.
Roberto Zariquiey, nació en Lima en 1979. Ha publicado los poemarios Lo torpe (2001), Un charco en la otra cuadra (2004) y Tratado de arqueología peruana (2005).

en Chavín de Huántar
en Chavín de Huántar
uno puede escuchar a la pareja de muchachitos
que hace dos mil quinientos años
esquivando los cuidados de guardias y sacerdotes
llegó hasta la piedra ceremonial
para hacerse el amor

uno puede intuir las faldas levantándose
los senos abiertos ante la noche estrellada
las estelas y los monolitos como ciegos observadores
(ambos se recuestan y sienten el frío de la roca
los pigmentos antiguos y frescos de sangre ya sacrificada
el calor de ese otro cuerpo recostado y ansioso)

uno puede presentir en Chavín de Huántar
mujeres y hombres orinando juntos
olor profundísimo a sexo
a miembro despierto de hombre

no hay muertos en Chavín de Huántar
al menos no los suficientes
para borrar el perfume resinoso del amor
que hay en sus galerías y en sus muros
los cuerpos se aprietan todavía
a pesar de la antigua vigilancia de los guardias
y hierven como líquido sometido al calor
el sudor se bebe como chicha deliciosa
y el desenfreno es la natural manifestación
del mareo ardoroso de los vientres
hay arrechura en Chavín de Huántar
pero ni todos los arqueólogos reunidos
podrían darse cuenta
(Tratado de arqueología peruana)

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